domingo, 29 de abril de 2012

Crema de calabaza (receta sencilla)



Tras recuperar las fuerzas y el ánimo con el brownie de ayer, por cierto, buenísimo, (mi hija sigue revoloteando por la cocina intentando capturar algún trocito mientras no miramos), hoy toca preparar algo sano, pero como es domingo y no me quiero complicar demasiado tiempo en la cocina, voy a preparar una crema de calabaza con una receta muy sencilla, que no requiere mi presencia continua. 

Ya sé que hay otras recetas de crema de calabaza en la que se requiere sofreír la cebolla, el puerro o la patata y la propia calabaza, pero yo voy a reducir los ingredientes para que la crema sea casi exclusivamente calabaza y no requiera sofreír nada. Aprovecharemos nuestro horno.

INGREDIENTES:
  • Una calabaza
  • Una cebolla
  • 4 tazas y media de caldo de pollo
  • 1 taza de nata
  • Aceite, sal y pimienta

ELABORACIÓN:

- Partimos la calabaza por la mitad y retiramos con un cuchillo y una cuchara todas las semillas, manteniéndola con su piel.

- Ponemos en una bandeja cubierta con papel de horno los dos trozos de calabaza y una cebolla entera, también sin pelar. Sobre los trozos de calabaza ponemos un chorrito de aceite y una pizca de sal y lo introducimos en el horno precalentado a 220º C durante 1 hora.

Antes de introducir en el horno


Después de sacar del horno

- Sacamos del horno y retiramos toda la carne de la calabaza con una cuchara, ya que se habrá ablandado y no habrá dificultad alguna para hacerlo, depositando ésta sobre una bandeja para que se enfríe un poquito. Hacemos lo mismo con la cebolla, la pelamos y la ponemos con el resto de la calabaza.

Aspecto de la calabaza tras retirarle la carne (izquierda)



- Cuando todo se haya enfriado un poco, procedemos a introducirlo en la licuadora y añadimos una taza de caldo de pollo. Batimos hasta obtener una crema espesa con ambos ingredientes.



- Pasamos la crema espesa a una olla en la que añadiremos 3 tazas y media de caldo de pollo y una taza de nata, para darle untuosidad y brillo, ajustando el punto de sal y pimienta y llevamos a ebullición.



- Finalmente presentamos el plato en el que podemos incorporar, por ejemplo, queso parmesano rallado (como el que yo he preparado), o bien una bola de nata montada, o crema agria, e incluso un topping con una brunoise de bacon ahumado tostado o cebollino, decorado con una línea de aceite aromatizado.


Bon appétit.